Rosa A. Canenguez, de 71 años, de Somerville, originalmente de Ahuachapan, El Salvador, fue llamada a la presencia amorosa de Dios el 3 de julio de 2023. Ella fue una mujer de fe inquebrantable, cuyo amor por Dios era ilimitado. Su devoción por sus dos hijos y su familia era un testimonio de su profundo y perdurable amor. Cada momento que pasó con sus hermanos, hermanas y familia extendida fue atesorado, creando recuerdos duraderos tejidos con cariño. Rosa, “Adilia”, como la llamaban cariñosamente algunos de sus familiares y amistades, encontró una inmensa alegría en su carrera como peluquera. Su talento y pasión brillaron mientras transformaba no solo los peinados sino también las vidas de las personas a las que tocaba. Ella era la personificación de la perseverancia, nunca retrocedió ante los desafíos y siempre siguió adelante con determinación. Ante la adversidad, se mantuvo firme, recordándonos que debemos aferrarnos a la esperanza y nunca perder de vista nuestros sueños. Sobre todo, su amor por Dios irradiaba de su ser. Los servicios funerarios se llevarán a cabo en la Congregación León De Judá, 68 Northampton St. South End, Boston, el martes 11 de julio a las 10:30 am. Familiares y amistades están invitados a asistir y pueden visitar a su familia desde las 10 am hasta las 10:30 am antes del inicio del servicio funerario. Luego seguirá el entierro en el cementerio Woodlawn, Everett.
Rosa A. Canenguez, age 71, of Somerville, formerly of Ahuachapan , El Salvador, was called into the loving presence of God on July 3, 2023. She was a remarkable woman of unwavering faith, whose love for God was boundless. Her devotion to her two children and family was a testament to her deep and abiding love. Every moment spent with her brothers, sisters, and extended family was cherished, creating lasting memories woven with affection. Rosa, “Adilia,” as she was affectionately known by some of her family members and friends, found immense joy in her career as a hairdresser. Her talent and passion shone through as she transformed not only hairstyles but also the lives of those she touched. She was an embodiment of perseverance, never backing down from challenges and always pushing forward with determination. In the face of adversity, she stood strong, reminding us to hold onto hope and never lose sight of our dreams. Above all, her love for God radiated from her being. Funeral Services at Congregación León De Judá, 68 Northampton St. South End, Boston, on Tuesday July 11 at 10:30 am. Relatives and friends are invited to attend and may visit with her family from 10 am until 10:30 am prior to the start of the funeral service. Interment will then follow at Woodlawn Cemetery, Everett.